72. Durante el siglo XVIII, el Real Convictorio de San Carlos (Lima) se convirtió en el centro de las ideas emancipadoras; esto fue obra de
A) José Baquíjano y Carrillo.
B) José Faustino Sánchez Carrión.
C) Juan Pablo Vizcardo y Guzmán.
D) Toribio Rodríguez de Mendoza.
E) José de la Riva Agüero.
Durante el siglo XVIII los monarcas españoles y sus virreyes en las colonias tomaron las siguientes medidas:
En 1754 se prohibió a los religiosos postular a cátedras que no estuvieran destinadas originalmente a las órdenes religiosas. El virrey Amat y Juniet en el Perú estableció criterios de selección y votaciones secretas para elegir a los catedráticos. También se determinó la expulsión de la orden jesuita considerada muy crítica del sistema colonial. Desde 1767 se prohibió difundir el “tiranicidio” o idea que sustentaba que asesinar a un gobernante era legítimo. En 1768 se reorganizó la Universidad de San Marcos.
Para cubrir la falta de preocupación por la educación (que si la tuvieron los jesuitas), el virrey Amat autorizó la creación del Convictorio de San Carlos enteramente dependiente del patronato del rey y cuya función consistía en repasar las lecciones que se daban en San Marcos.
En 1787, el virrey Croix determinó que el Convictorio tuviese su propio plan de estudios, elaborado por el rector Toribio Rodríguez de Mendoza. “Dicho plan incidía en la formación de individuos útiles para el estado y la sociedad” lo que ayudó a que la enseñanza se modernizase. Se aplicaron al interior de esta institución académica principios del humanismo y del racionalismo francés. Estas ideas son el germen de lo que algunos historiadores llaman el nacionalismo. En dicho centro de estudios, durante 1809 a 1815 se producirá la más larga conspiración virreinal: la de los estudiantes carolinos, en tiempos del virrey Fernando de Abascal, llamado virrey contrarevolucionario. Por esa razón el lugar fue inspeccionado y Rodríguez de Mendoza, “el Maestro de los Próceres”, abandonó el rectorado.
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